ALCOHOL, NICOTINA y CAFEÍNA: LESIONAN AL CEREBRO
Existen
sustancias tóxicas cuyo consumo cotidiano afecta negativamente a la gran
mayoría de órganos del cuerpo (hígado, estómago, pulmones), pero sobre todo el
cerebro es lesionado por tóxicos legalmente permitidos como el alcohol, la
nicotina y la cafeína, las grandes empresas totalmente comerciales no se cansan
de recomendarnos por intermedio de la televisión y cuanto medios utilicen que
bebidas alcohólicas, que cigarrillos o que café consumir, sin importarles en lo
más mínimo el daño que éstos producen a nuestro organismo, es decir no les
importa nuestra salud y si al consumirlos nos enfermamos.
El cerebro
es un órgano noble que sufre las consecuencias, en ocasiones irreversibles,
cuando consumimos o abusamos de ciertas sustancias, que todo el mundo sabe que
lo puede enfermar. Estas sustancias o drogas modifican el normal funcionamiento
cerebral, originando cambios bioquímicos y moleculares que pueden provocar
comportamientos diferentes a la normalidad. Es así, que las neuronas del
cerebro sufren cambios relacionados con la inflamación, pero si es lesionado en
forma continuada, puede originar IRREVERSIBILIDAD de las lesiones cerebrales.
El cerebro
está constituido por un tejido que por su complejidad y especialización, es
extraordinariamente sensible a elementos tóxicos, no en vano la naturaleza ha
tratado de aislar al cerebro del resto de los órganos para impedir que estas
sustancias lleguen a interferir en su metabolismo. Una de estas defensas es la
“Barrera Hemato-Encefálica”, que funciona como protección y solo deja pasar
sustancias que son necesarias para su funcionamiento, pero cuando los tóxicos
se encuentran en exceso logran pasar determinada barrera ocasionando alteraciones
en comportamiento.
El cerebro
es un órgano donde se guarda nuestra identidad: cómo somos y qué somos,
exteriorizando nuestra forma de ser y de actuar, no dependiendo de ninguna
sustancia externa a nuestro organismo para realizar las acciones que se originen
en nuestro cerebro sano.
Asimismo, el
conocido “derrame cerebral” traduce un infarto o hemorragia cerebral,
ocasionado por afectación obstructiva o ruptura de una arteria del cerebro,
dando una disfunción de la zona del
cerebro afectado, para que se produzca ello, siempre es precedido de FACTORES
DE RIESGO, donde se identifican como los más frecuentes a la Hipertensión
Arterial, la Diabetes Mellitus, la Dislipidemia (colesterol o triglicéridos
elevados en sangre). Pero también son importantes otros factores de riesgo
modificables como es el alcoholismo,
el tabaquismo y el abuso de la cafeína. Dichas sustancias afectan
directamente la luz de las arterias del cerebro haciéndolas más estrechas y por
lo tanto haciendo que la circulación de sangre oxigenada del cerebro disminuya
en forma importante, hasta originar INFARTO CEREBRAL evidenciado por signos
como la hemiplejia (parálisis de un lado del cuerpo), Afasia (disturbio del
lenguaje expresivo o compresivo) o hemianopsia (falta de visión a un lado del
campo visual).
El interés
de esta comunicación es hacer conocer a la población en general, qué cuidados
debemos tener para evitar que de un momento a otro la persona se quede sin
poder caminar, sin poder hablar, o con problemas de la memoria, sobre todo si sabemos que estas enfermedades
son totalmente prevenibles. Para tener información referencial del estado
actual de la irrigación cerebral existen exámenes como el MAPEO CEREBRAL que
nos señalan si existen zonas del cerebro que se encuentren en riesgo para poder
dar soluciones en el acto y tratar de solucionar el problema circulatorio
cerebral.